Días antes todos nos preguntábamos que era PRIMU. Por qué se hacían llamar así, que es lo que buscaban, porque hackearon el Instagram de la JUBAP, entre otras incógnitas. Algunos se mostraban con miedo, otros con dudas, y otros incrédulos, sin saber que este campamento ya había comenzado desde ese momento, y con total desconocimiento de con que nos encontraríamos al llegar.
Partimos de la Iglesia Bautista La Nueva Jerusalén más o menos a las 19:30 horas, para pasar luego por la 1ra Iglesia Bautista de San Lorenzo, para incorporar a nosotros más jóvenes, pero sin saber cuál era el objetivo de esto.
Llegamos a Itacurubí, y grande fue la sorpresa al bajar del colectivo y ver que estábamos en un lugar desconocido, en la penumbra de los alumbrados públicos y con mucho frío, sin saber que nos estaban reclutando para formar parte de la resistencia.
Caminamos hasta el campamento y nos encontramos con el líder de PRIMU, el cual nos recibió como si estuviéramos en casa. Mientras el daba el discurso de bienvenida, apareció el líder de la Resistencia, enemigo mortal del grupo PRIMU, al cual sometieron, golpearon y secuestraron. En ese momento nos empujan a entrar al campamento, siguiendo un camino de antorchas mientras podíamos oír la persecución entre gritos y sonidos de armas en la oscuridad.
Desde el inicio, con los aproximadamente 180 participantes del campamento, se crearon 4 escuadrones que entrenarían para buscar al líder de la Resistencia, derrotar al régimen PRIMU, y recuperar el campamento.
Sin embargo, no bastaba con entrenar nuestro cuerpo, y razonamiento táctico, sino que también debíamos entrenar nuestra mente y corazón. Para ello se realizaron talleres el día sábado en donde cada uno podía escoger a cual asistir para un mejor entrenamiento.
Algunos optaron por el taller de “Cómo leer la Biblia” a cargo del Lic. Sebastián Vega de la Iglesia Bautista de Villa Morra. Otros fueron al taller de “Adoración activa o selectiva” dirigido por el Lic. Rodrigo ‘Palillo’ Pérez de la Primera Iglesia Bautista de Fernando de la Mora. Como no podían faltar los enamorados en la Resistencia, se habilitó el taller “Noviazgo: Presente con futuro” dictado por el Pr. Samuel y su esposa Claudia Enciso. Y para mantener la calma se encontraba el taller “Relajate, el estrés nos pasa a todos” con la Lic. Vivian Palella, y “A que apunto con mi vida” con el Dr. Abel Panotto.
Durante toda la mañana y tarde de ese sábado se realizaron entrenamientos de fuerza, velocidad, lógica, y táctica. Pero la prueba mayor estaba cada vez más cercana. Era la más temida por todos, la más comentada, la que causaba mayor expectativa. La temida cena de gala, en donde las chicas mostraron su destreza, al arreglarse más rápido que los muchachos.
Esa misma noche, luego de alimentar el cuerpo, decidimos que debíamos alimentar también nuestro espíritu. En ese momento se hizo la presentación oficial de la “JUBAND” compuesta por Abigail Cáceres, Alejandro Cazo, Fernando Sequeira, Alejandro Cabrera. Javier Ortiz, Rodolfo Rotela y Victor Espinola, quienes dieron fuerzas para seguir con la lucha ante el régimen que había tomado el campamento.
Esa fue la noche en la que pusimos en práctica cada uno de nuestros entrenamientos, y trabajando juntos los cuatro escuadrones, logramos vencer al régimen PRIMU y rescatar al líder de la Resistencia, junto con otros cuatro miembros que durante la búsqueda del líder fueron secuestrados.
Iniciamos el día domingo con una fogata, viendo el hermoso amanecer que nos brindaba Dios, sabiendo que estando todos juntos como hermanos en Cristo, formamos parte de la resistencia.
Para dar cierre al campamento, presenciamos un panel debate conformado por el Dr. Isaac Benítez, el Abogado Osvaldo Velázquez y la Psicóloga Vivian Palella, quienes dieron una charla magistral sobre el tema del aborto en sus respectivas áreas.
No queríamos aceptarlo, pero el momento de despedirnos estaba cada vez más cerca. Llegó el momento de hacer las maletas, y que cada uno volviera a su vida, pero sin olvidar las enseñanzas que dejó este campamento.
Algunos se reencontraron con viejos amigos, mientras que otros hicieron unos nuevos. Algunos conocieron por primera vez el campamento, y otros recordaron anécdotas de campamentos pasados. Cada uno de nosotros es diferente, piensa diferente, o actúa diferente. Pero hay algo que nos une, que es el amor por Dios y el saber que SOMOS la Resistencia.
Como en todo campamento, vivimos momentos inolvidables que quedaron plasmados en cientos de imágenes que nuestro experto grupo de fotógrafos captaron para inmortalizar todo lo vivido, así que no te pierdas nuestra galería de fotos y compártelo con tus amigos.